En la evocación de un recorrido teórico por el campo del psicoanálisis, el autor se plantea una cuestión ineludible: ¿cómo realizar esa otra mirada que nos propone el psicoanálisis?

Los estudios clínicos, los ensayos y los textos polémicos reunidos en esta obra se ordenan en torno a dos temas cruciales; el ídolo narcicista y la pasión incestuosa.

El psicoanálisis hace aparecer a partir de estos temas, distintos recursos: lo otro, inquietante; lo real, rebelde, las palabras, que todo lo hacen; lo imaginario, donde cada uno se reconoce por efecto de un juego inagotable de espejos.

Para Leclaire, todo esto es una suerte de encanto/encantamiento, propio de un campo de saber. Los "encantados" por el psicoanálisis lamentan aquello que los seduce pero, paradójicamente, sólo atinan a refinar aún más los dispositivos.

Es pues, una cuestión propia del psicoanálisis y también de esta sociedad sumida en mortales encantamientos.