El siglo XX fue la edad del surgimiento del nacionalismo, de las grandes ideologías seculares y de las ciencias sociales. Estos tres acontecimientos no dejan de estar relacionados. Las turbulencias y la inestabilidad que estaban socavando el antiguo orden condujeron a importantes teóricos a tratar de captar los principios de las nuevas formas sociales que estaban emergiendo; y condujeron a otros a intentar cambiar el mundo o, mejor dicho, las direcciones en que debería producirse el cambio.

Ernest Gellner analiza aquí las teorías y las reacciones provocadas por los fundamentales cambios sociales registrados en este siglo y en el siglo pasado y la estructura profunda del cambio mismo. Un ensayo se ocupa de la naturaleza del nuevo principio político del nacionalismo y lo relaciona con las ideas del más prominente teórico francés de la cohesión social, Emile Durkheim.

Otro ensayo trata de Emile Masqueray, injustamente olvidado, que suministró a Durkheim una de sus ideas centrales. En sus importantes estudios realizados en Argelia se ejemplifica el impacto que la nueva experiencia colonial tuvo en el pensamiento europeo, de gran influencia en la moderna antropología social.

Estudios sobre las teorías de Durkheim, Bronilsaw Malinowski y Hannah Arendt analizan los fundamentos del pensamiento contemporáneo sobre nacionalismo, etnicidad y sus funciones políticas. Todos estos ensayos giran alrededor de las agitadas relaciones entre Estado, sociedad civil, identidad cultural y legitimidad. La preocupación por el alcance de nuestras opciones y por aquello que nos obliga a elegirlas da a estos ensayos su tema unificador.