En 1847 los mayas de Yucatán se alzaron contra el dominio blanco, continuando una tradición de rebeldía que comenzó con la conquista española. Muchos de los descendientes de esos insurgentes consideran hoy que una nueva guerra contra los blancos es inevitable como consecuencia de la miseria en la que viven.

Después de dos años de investigación de campo, el antropólogo Paul Sullivan pudo conocer los cambios operados en la forma de vida del pueblo maya y en su comprensión del lugar que ocupan en el mundo en la historia.

Solamente los encuentros reiterados entre los mayas y los extranjeros visitantes, que constituyen "una larga conversación" en la que abundan los interrogantes, puede ser el camino para encontrar las respuestas necesarias.